miércoles, 20 de marzo de 2013

Fin de semana en Alborea (Albacete)

Así como febrero se quedó sin viajes, (no nos dio tiempo, es un mes corto y lo tuvimos a tope), se nos presenta una temporada muy interesante (tanto de viajes como de otras cosas). Aprovechando que el fin de semana era un poco más largo de lo normal, fuimos con Teresa y Diego a visitar a mis tíos a Alborea, donde tienen una finca preciosa, 42 hectáreas de campo y tranquilidad. A pesar de que últimamente el tiempo está siendo un horror, creo que este invierno es infinito, no nos llovió demasiado y tuvimos días soleados.

  
Salimos el sábado por la mañana. Y se tardan 3 horitas desde Majadahonda. Llegamos a la hora de comer, y allí estaban mis tíos, esperándonos con un comida bien rica (calabacines rellenos, ensalada de tomate y fresas).
          

Después disfrutamos de la chimenea y nos dimos una vuelta en los quads. Por la noche fuimos al pueblo, a tomarnos una caña y unas raciones. Cenamos viendo una peli y a dormir, que había sido un día largo.

Descansamos bastante, pero poco rato, que Guillermo y yo nos levantamos antes de las 7 para ver la F1, y quien dice ver, dice echarse una siesta (yo) delante de la chimenea con Lobato de fondo. Había que levantarse con tiempo porque la casa funciona con un generador que había que encender para poder poner la TV.

Después de la carrera, mi tía preparó buñuelos para el desayuno, y terminamos de preparar las torrijas rellenas de crema pastelera, que, por supuesto, también nos desayunamos.

El plan era crucero por el río Cabriel por la mañana, comida y quads. Pero cuando llamamos a reservar estaba lleno, así que reservamos para la tarde, a las 16.00. Es importante reservar, porque es una actividad concurrida y lo mismo te haces todos esos km y te quedas con las ganas. Así que cambiamos el plan de orden. Por la mañana estuvimos recorriendo la finca en los dos quads. Nos gustó un montón, las vistas son muy bonitas y yo nunca había montado en quad. Lo único fue el incidente del final...iba conduciendo yo, y de repente cogí una piedra, que me empujó y aceleré cuando tenía que frenar (en una curva) y acabamos los dos lanzados por los aires, yo con la pierna debajo del quad, que volcó. Fue un poco aparatoso, pero sin mayores consecuencias. Un par de días con agujetas, algún moratón...

 

 


Comimos (sopa de cebolla, pollo al horno con frutas) y nos fuimos para Cofrentes (Valencia) a 37 km, para hacer el crucerito por el río. Es una excursión muy bonita, que se hace por el río Cabriel, que es un río embalsado, de un color turquesa precioso y unas montañas muy altas a los lados. Dura una hora y media, durante la primera mitad del camino hay un guía que va contando todo lo interesante del camino, y a la vuelta te deja disfrutar las vistas o tomar algo en el bar del barquito.

                                

Después dimos una vuelta en coche por los pueblos de alrededor, no llegamos a bajarnos porque estábamos cansados ( y nosotros dos un poco doloridos aún), y llovía bastante, pero nos gustaron mucho, es una zona que merece la pena ver.
          
Por la noche, cenita en casa (de picoteo con el fútbol de fondo, bueno, de fondo para mi, alguno estaba muy interesado) y pronto a dormir. Dormimos un montón de horas y, mientras Teresa y Diego aprovecharon para hacer más turismo, nosotros nos quedamos en casa descansando, disfrutando de la chimenea y viendo reportajes de Energy uno detrás de otro. Total, podemos volver en otro momento y necesitábamos descansar un poco más.

                          
Luego una paella para comer y vuelta a Madrid. Gran fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario